PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS

¿Alguna vez has notado que tus pensamientos influyen directamente en lo que sientes y en cómo actúas?

En ocasiones esto sucede debido a la presencia de pensamientos automáticos, los cuales son un conjunto de creencias,  ideas preconcebidas, juicios, interpretaciones propias de la realidad, etc., que se presentan en un monólogo con nuestro yo interno. Suelen tener mayor incidencia en situaciones de estrés,  ansiedad o incluso euforia; los pensamientos automáticos, acostumbran a ser creencias erróneas o distorsiones de la realidad. El pensamiento automático se codifica como un mensaje corto pero contundente, sin posibilidad alguna para la reflexión. Se trata de circuitos cerrados que engloban un sentimiento negativo de análisis de la realidad. Este tipo de pensamiento suele ser breve y puede enviar un mensaje que puede no ser racional. Por ejemplo, “no puedo” o “no voy a ser capaz”

Todos ellos comparten una serie de características comunes que nos afectan negativamente:

Son involuntarios: Esto quiere decir que aparecerán aún y cuando no queramos (es decir en contra de nuestra voluntad).

Contienen un mensaje pesimista: Presentan un mensaje negativo que no hace bien a la persona que los tiene ya que nos lo creemos al mismo tiempo que lo pensamos y por tanto, sin querer comienzan a formar parte de nosotros.

Interfieren en la realización de nuestras metas: Al mantener estos pensamientos automáticos, estos terminan cohibiéndonos y haciendo que lo que lo queríamos hacer, sea “imposible” para nosotros o ya no nos interese.

Son distorsiones de nuestra realidad: Estos pensamientos distorsionados no nos permiten ver la realidad, y provocan en nosotros cambios en las emociones, en el estado de ánimo; y por lo tanto, en nuestra conducta.

¿Cómo puedo aprender a controlar los pensamientos automáticos?

  • Lleva un autor registro sobre situaciones, emociones y pensamientos.
  • Identifica los pensamientos recurrentes.
  • Evalúa el grado de realismo del 0 al 100.
  • Plantea pensamientos alternativos más realistas.
  • Sustituye los pensamientos.
  • Pon en duda esos pensamientos, es decir, haz preguntas autor reflexivas como “¿es verdad todo esto que acabo de pensar?, ¿tiene sentido?, estas preguntas te ayudaran a usar el razonamiento y enfrentar de manera objetiva los pensamientos automáticos negativos que nos pueden llegar.
  • Míralos con aburrimiento, Estos pensamientos tienden a ser recurrentes, por tanto, cuando hayas pensado una y otra vez y hayas logrado identificarlos, piensa que los has escuchado demasiadas veces y ya son aburridos.

Ten en cuenta que aprender a identificar y controlar estos pensamientos automáticos puede ayudarnos a regular nuestras emociones y mejorar nuestra calidad de vida.