BIENESTAR EMOCIONAL
Cuando hablamos de bienestar emocional es difícil abarcar todo su espectro, debido a los múltiples factores que lo constituyen, así como también la subjetividad latente de persona a persona del significado de “estar bien”, de la satisfacción de la vida y la felicidad, dado que se tiende a asociar que el bienestar es la presencia de emociones y sensaciones agradables, que a mayor o menor placer, será el nivel de bienestar que posee una persona y si bien esto puede tomarse como un indicador del bienestar emocional, no es una regla absoluta o se puede generalizar al momento de concluir si no persona tiene o no, bienestar emocional.
Actualmente el bienestar emocional es relacionado con la sanidad mental, una persona sana mentalmente, no es aquella que no tiene problemas, ni angustias, si no aquella que ha conseguido mantener un equilibrio entre sus emociones y pensamientos, logrando gestionar de manera efectiva entre sus deseos y la realidad, entre sus proyectos y capacidades, entre sus necesidades y sus posibilidades. Entonces podemos definir al bienestar emocional como la habilidad y a su vez es un estado de ánimo caracterizado por el “sentirse bien”, en armonía, tranquilidad, cómodo con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, teniendo conciencia sobre nuestras emociones, pensamientos y capacidades para afrontar las tenciones normales de la vida de manera equilibrada.
PERO… ¿Cómo puedo mantener o tener un mejor bienestar emocional?
Una visión positiva de la vida:
Las emociones y las actitudes positivas frente a la vida, están relacionadas con el desarrollo de redes de apoyo y vínculos interpersonales fuertes, pero mantener una visión positiva no significa que nunca se sientan emociones desagradables. Todas las emociones son normales, ni buenas, ni malas, existen para ayudarnos a adaptarnos de manera correcta a las circunstancias de la vida. Necesitamos emociones para transitar las situaciones difíciles y responder de manera apropiada.
Aquellas personas que tienden a expresar sus emociones suelen alcanzar un mejor estado de salud, ya que al rememorar o expresar las experiencias agradables hacen que prestemos menos atención a las interpretaciones erróneas de la realidad, que son el origen de los desordenes emocionales, a su vez fortalece el sistema inmune, que hará que existan menos posibilidades de desarrollar enfermedades y el mantener una actitud positiva potencia conductas y estilos de vida saludables como la tendencia al autocuidado de la salud, las buenos hábitos alimentarios, la actividad física y una mayor actividad social y de ocio.
LA MEJOR FORMA DE PRESERVAR TU SALUD Y BIENESTAR EMOCIONAL ES CUIDANDONOS.
Debemos conocernos y una vez que aprendamos cuales son las cosas que nos agradan y desagradan de uno mismo, aceptarnos tal y como somos, ya que todos somos distintos, ninguno de nosotros es perfecto y si reconocemos que perdemos el control o no podemos manejar ciertas situaciones o personas, evitémosla, busquemos la manera de no exponernos a perder el control de nuestras emociones.
Hay que aprender a controlarnos. No siempre se puede evitar enfrentarnos a situaciones que nos afectan. Es por esto, que debemos conocer cuáles son esas estrategias que nos ayudarán a mantener el control para que, cuando nos enfrentemos a ellas, sepamos contrarrestarlas. Caminar 15 minutos, escuchar música, escribir, hacer ejercicios de relajación o hasta hablar con alguien podrían ser algunas de las estrategias que puede utilizar.
Es necesario motivarnos. Proponiéndonos metas y objetivos por los que luchar, pues ayudan a dar sentido y rumbo a nuestra vida. Mantengamos la mente ocupada y nos ayudara a sentirnos bien al ir alcanzando nuestros logros. Hagamos cosas que se nos den bien, es decir, aquellas actividades que nos resulten atrayentes y relajantes. Hacer esto ayuda a nuestra autoestima.
Relacionarse. La interacción social también nos puede ayudar a reducir el estrés. La clave es encontrar una relación de apoyo con alguien que sea un «buen oyente», alguien con el que podamos hablar con regularidad. Un buen oyente percibirá los sentimientos detrás de las palabras y no nos interrumpirá ni juzgará. ¿Cuál es la mejor manera de encontrar un buen oyente? Convirtiéndose uno mismo en un buen oyente. Desarrollemos una amistad con alguien con el quepodamos hablar con regularidad y apoyarnos mutuamente.
Tener pasatiempos que nos ayuden a quitar el foco de atención de los problemas y situaciones que nos agobien y que no permiten que tengamos salud emocional.