¿CÓMO PUEDO CONTROLAR MI ENOJO?

El enojo es una emoción que surge cuando enfrentamos una situación que advertimos como mala. Enojarse es válido, sin embargo este sentimiento puede desencadenar consecuencias negativas cuando no controlamos nuestras reacciones.

Regular esta emoción en la adolescencia puede ser un desafío, a continuación te mencionaremos algunos consejos que te serán útiles para el desarrollo de  habilidades y estrategias de afrontamiento:

  • Técnicas de relajación: Los adolescentes pueden aprender ejercicios de respiración para controlar el enojo.  Por ejemplo; la respiración profunda y lenta mientras se repite una palabra o frase tranquilizadora. 
  • Actividad física: Realizar ejercicio físico regularmente, ayuda para liberar tensiones y sentirte más tranquilo.
  • Practicar la autoconciencia: Puedes aprender a reconocer las situaciones o pensamientos que te hacen sentir enojado y trabajar en la gestión emocional e Identificar las señales de alarma que indican que estás enojado y trata de intervenir antes de que sea demasiado tarde. (Recuerda la curva del enojo))
  • Piensa antes de hablar y exprésate de manera asertiva en lugar de agresiva: Esto, nos permitirá analizar la situación, para posteriormente tomar decisiones adecuadas que fomenten la resolución del conflicto (motivo del enojo) de manera sana.
  • Hobbies/entretenimiento: Encuentra un pasatiempo o una actividad que te guste para reducir el estrés y alejarte del enojo.
  • Ejerce la empatía: Es importante escuchar y comprender el punto de vista de los demás, al igual que buscar soluciones en conjunto.
  • Aprende a pedir ayuda: Si sientes que el enojo está fuera de su control, es válido buscar ayuda profesional.

Recuerda Pedir ayuda a un terapeuta o consejero si el enojo se vuelve difícil de controlar y te afecta en tu vida diaria. Ten presente que esta emoción es natural, pero es importante aprender a gestionarla de manera efectiva para evitar situaciones que te perjudiquen o perjudiquen a quienes te rodean. Así mismo toma en cuenta que el proceso de controlar el enojo es un camino de aprendizaje constante y requiere de perseverancia.